29 marzo, 2024
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Calesitas porteñas, un clásico que sigue funcionando en la Ciudad

Si bien con las restricciones de la pandemia estuvieron cerradas durante muchos meses, hoy vuelven a funcionar las 55 calesitas que están distribuidas en las 15 comunas.

Se pueden visitar durante todo el año. De la más antigua, “la calesita de Tito” con más de 80 años de historia, a la más nueva.

Protagonistas de la infancia de varias generaciones, las calesitas y carruseles de la Ciudad desafían al tiempo con su danza circular en las plazas porteñas y despiertan la fascinación en los más chicos. 

Una vuelta, una sonrisa, y el calesitero con la sortija invitando a una vuelta más. Cada barrio atesora múltiples historias en estos monumentos vivientes que se multiplican barrio tras barrio, manteniendo intacta una tradición familiar que es legado cultural de la Ciudad.

La más antigua de la Ciudad es “la calesita de Tito”, con 80 años de historia, situada en la Plaza Arenales de Villa Devoto. Santiago Funes recuerda la alegría que sentía en su niñez cuando acudía allí con su abuelo, la misma que hoy experimenta con sus hijos: “Siempre me encantó ir; luego llevé a mis hijas y ahora a mi bebé de un año. La plaza, la calesita, la sortija y todo lo que eso implica generan una interacción muy linda de socialización para los nenes”.

Los barrios porteños que tienen mayor cantidad de unidades son Saavedra y Palermo, con seis en cada caso. Mercedes Alonso es vecina de Coghlan y en cada visita a Parque Saavedra o a Plaza Alberdi, donde se ubica una de las calesitas más nuevas de la ciudad, su hija Elena, de cuatro años, pide insistentemente dar una vuelta. Y otra, y otra. Mercedes cuenta “voy diariamente a la plaza y busco que sea como un evento especial ir a la calesita, que es distinto a disfrutar de los juegos que están al aire libre. A mis hijos les encanta: el contacto visual conmigo, estar con otros nenes, estar en los muñecos que suben y bajan, que tienen movimiento”.

Cabe recordar que, a partir del año 2015, una ley regula la instalación y el funcionamiento de los carruseles y calesitas en el espacio público de la Ciudad en referencia a los permisos de uso en los espacios verdes y las características técnicas y condiciones de seguridad que deben cumplir estas instalaciones. Además, la normativa vela por el respeto a los valores históricos, culturales y estéticos de estos bienes, declarados Patrimonio Cultural de la Ciudad en el marco de la Ley 1227.

Por su parte, Carlos Pometti, secretario de la Asociación Argentina de Calesiteros y Afines, creada en 2008, explica que la ley permitió al sector trabajar en conjunto con el gobierno porteño para dar un marco de protección a este patrimonio, así como impulsar la instalación de nuevas calesitas y fomentar su uso como entretenimiento. Entre otras acciones, se ha llevado a cabo la refacción de la calesita del Parque General Paz, de acceso gratuito y regentada por el Museo Saavedra.

Pometti, cuenta que “allí hay juegos especiales, copiamos piezas de fotos del Archivo General de la Nación representando escenas de la época colonial incorporando un carrito de aguatero y otras diligencias”.

Si bien en la Ciudad las calesitas presentan distintos estilos y diseños, y cada regente se encarga de su funcionamiento y mantenimiento, allí está “el oficio más lindo del mundo”, el del calesitero; desempeñado tradicionalmente por hombres, es hoy también asumido por mujeres.

En este sentido, Juan Pablo Couto, cuarta generación de una familia de calesiteros con actividad en Plaza Echeverría, en Villa Urquiza, insiste en que la actividad conjuga herencia y vocación: “Para nosotros no es un trabajo sino un estilo de vida, que en nuestro caso heredamos de nuestro bisabuelo”.

Uno de los carruseles más antiguos es la que está en Plaza Lavalle del barrio de San Nicolás, “la de Tito” o la regentada por Pometti en Plaza Nueva Pompeya, el inventario se fue ampliando en los últimos años con otras nuevas en las plazas Juan B. Terán, Don Bosco, Martín Rodríguez, Plaza Noruega y Zapiola. La Ciudad reconoce estos bienes como referentes urbanos de la Ciudad y pone en valor la actividad que se desprende de ellos, la cual comprende a sus organizadores y a su público, tanto infantil como adulto.

Si hablar de los chicos le gusta, también hay historias de padres que relata Pometti “A los padres les gusta que los chicos vayan a las calesitas y los traen por recuerdos propios a los mismos juegos a los que ellos se subieron en su día”. Y agrega: “Creo que por más avances tecnológicos que puedan aparecer, lo que prima acá es la imaginación, que no deja de estar presente siempre que un nene se sube a una calesita. Eso es lo que las hace tan vigentes”.

Historias de calesitas, o de niños en calesitas hay muchos. Una de ellas es la de Marina Luna, quien frecuentaba de chica, junto a su mamá, la Plaza de Barrancas de Belgrano, donde ahora acude con su hija Celeste. Luna cuenta que “cuando los nenes todavía no caminan, dar la vuelta es una linda experiencia y compartir ese momento es especial. Ahora que creció, a Celeste le gusta la sortija, por la vuelta gratis, y a mí me divierte que a veces mezclan canciones de nuestra generación, ochentosas, como la música de los Parchís, con las de La Granja de Zenón”.

Si la cultura es parte del paisaje de una Ciudad, las calesitas porteñas integran la memoria con un efecto cultural multiplicador, motivo por el que se promueve su actividad y su proyección para las futuras generaciones. Así, entre vuelta a vuelta, esta invitación al disfrute en los espacios abiertos sigue su curso sobre caballos que suben y bajan, al calor de cisnes o burritos que sonríen, a bordo de pequeños aviones y naves espaciales comandadas por jóvenes tripulantes, y en compañía de los personajes animados que las ilustran, cómo Peppa Pig, Winnie Pooh o algún legendario Picapiedras que nos recuerda que las calesitas son emblemas de ayer y de hoy.

Calesitas con permiso vigente: 55

Comunas con más calesitas: Comuna 12 (Saavedra) y Comuna 14 (Palermo) con 6 calesitas cada una.

Calesita más antigua: Ubicada en Villa Devoto (Plaza Arenales). Es conocida como: “La Calesita de Tito”. En el año 2018, se realizó un evento con motivo de los 80 años de la calesita.

Calesitas más nuevas: La calesita más nueva se sitúa en Plaza Alberdi, en la Comuna 12, y fue instalada en el año 2021. Otra de las más nuevas de la Ciudad se ubica en Lugano I y II, en la calle Soldado de la Frontera N°4999

Ubicación de las calesitas, por comunas:

  • Comuna 1: Costanera Sur, Parque Lezama y Plaza Alfonsina Storni
  • Comuna 2: Plaza Tte. Gral. Emilio Mitre y Plaza Monseñor de Andrea
  • Comuna 3: Plaza Primero de Mayo y Plaza Martín Fierro
  • Comuna 4: Parque Patricios, Parque Fray Luis Beltrán y Plaza Nueva Pompeya
  • Comuna 5: Plaza Almagro, Plaza Boedo y Plazoleta Elías Alippi
  • Comuna 6: Parque Rivadavia, Parque Centenario, Plaza Irlanda
  • Comuna 7: Parque Chacabuco, Plaza Pueyrredón, Plaza de la Misericordia y Plaza de los Periodistas
  • Comuna 8: Parque Indoamericano, Plaza de la Democracia, Plaza Sudamérica, Plaza Unidad Nacional, Lugano I y II.
  • Comuna 9: Parque Avellaneda, Parque Santojanni, Plaza Juan F. Salaberry y Parque Juan Bautista Alberdi.
  • Comuna 10: Plaza Ciudad de Banff, Plaza Don Bosco, Plaza Monte Castro y Plaza Dr. Juan B. Terán.
  • Comuna 11: Plaza Arenales, Plaza Aristóbulo del Valle, Plaza Dr. Roque Sáenz Peña y Plaza Tte. Gral. Ricchieri.
  • Comuna 12: Plaza Dr. Vicente S. Lima, Plaza Echeverría, Plaza Gral. J. M. Zapiola, Plaza Leandro N. Alem, Parque Saavedra y Plaza Alberdi.
  • Comuna 13: Plaza Balcarce, Plaza Barrancas de Belgrano, Plaza Federación de Rusia y Plaza Mafalda (4).
  • Comuna 14: Parque 3 de Febrero, Ecoparque, Parque Las Heras, Plaza de la Shoá, Plaza Unidad Latinoamericana y Plaza Estado Plurinacional de Bolivia
  • Comuna 15: Parque Los Andes y Plaza 25 de Agosto

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